domingo, 1 de julio de 2007

Un tipo con mala suerte.

Cuando uno cuenta con más fracasos que éxitos comienza a valorar sus consecuencias en medidas circunstanciales acordes con los acontecimientos, hechos como reducir media cajetilla de tabaco aumentan la confianza en uno mismo, también son celebrados los éxitos y virtudes de los que han sabido hacer de la desgracia personal un estimulo para revolverse. Hasta hace unos días he vivido fuera de todo pronóstico, con dudas hacerca de mi paradero, luchando conmigo mismo por hacerme un sitio en mi que mereciese la pena, y siempre he perdido o no he tenido suficiente valor en esta guerra civil, mala suerte. A ésta la he arrastrado conmigo hasta sacarle partido, pero he roto mis antecentes y he gafado el gafe pudiendo comenzar de una vez lo que llevo años intentando.
Esta vez no podré decir que soy un tipo con mala suerte.